La primavera también representa en la tradición poética la amenaza del paso del tiempo: la juventud, la belleza, los placeres pronto pasan y, mientras duran, hay que gozar de ellos. Recordemos la palabras de Garcilaso de la Vega en su Soneto XXIII: "coged de vuestra alegre primavera/el dulce fruto". En este poema podemos ver un claro ejemplo del tópico renacentista denominado "collige, virgo, rosas".
La invitación a gozar del presente efímero –de la alegre primavera- reaparece una y otra vez en los versos de diferentes poetas. Traemos aquí dos ejemplos, uno de Federico García Lorca y otro de Luis Cernuda:
A Irene García (criada)
En el soto,
los alamillos bailan
uno con otros,
Y en el arbolé,
con sus hojitas,
bailan también.
¡Irene!
Luego vendrán las lluvias,
y las nieves.
Baila sobre lo verde.
Sobre lo verde verde,
que te acompaño yo
¡Ay cómo corre el agua!
¡Ay mi corazón
En el soto ,
los alamillos bailan
uno con otro.
Y el arbolé,
con sus cuatro hojitas,
bailan también.
Federico García Lorca
Los espinos
Verdor nuevo los espinos
tienen ya por la colina,
toda de púrpura y nieve
en el aire estremecida.
Cuántos cielos florecidos
les has visto; aunque a la cita
ellos serán siempre fieles,
tú no lo serás un día.
Antes que la sombra caiga,
aprende cómo es la dicha
ante los espinos blancos
y rojos en flor. Vé. Mira.
Luis Cernuda
Pero también autores de los últimos tiempos como LUIS ALBERTO DE CUENCA actualizan el tradicional tópico.
Pero también autores de los últimos tiempos como LUIS ALBERTO DE CUENCA actualizan el tradicional tópico.
COLLIGE, VIRGO, ROSAS
Niña, arranca las rosas, no esperes a mañana.
Córtalas a destajo, desaforadamente,
sin pararte a pensar si son malas o buenas.
Que no quede ni una. Púlele los rosales
... que encuentres a tu paso y deja las espinas
para tus compañeras de colegio. Disfruta
de la luz y del oro mientras puedas y rinde
tu belleza a ese dios rechoncho y melancólico
que va por los jardines instilando veneno.
Goza labios y lengua, machácate de gusto
con quien se deje y no permitas que el otoño
te pille con la piel reseca y sin un hombre
(por lo menos) comiéndote las hechuras del alma.
Y que la negra muerte te quite lo bailado.
(Luis Alberto de Cuenca, "Por fuertes y fronteras" 1996)
Niña, arranca las rosas, no esperes a mañana.
Córtalas a destajo, desaforadamente,
sin pararte a pensar si son malas o buenas.
Que no quede ni una. Púlele los rosales
... que encuentres a tu paso y deja las espinas
para tus compañeras de colegio. Disfruta
de la luz y del oro mientras puedas y rinde
tu belleza a ese dios rechoncho y melancólico
que va por los jardines instilando veneno.
Goza labios y lengua, machácate de gusto
con quien se deje y no permitas que el otoño
te pille con la piel reseca y sin un hombre
(por lo menos) comiéndote las hechuras del alma.
Y que la negra muerte te quite lo bailado.
(Luis Alberto de Cuenca, "Por fuertes y fronteras" 1996)
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